sábado, 17 de noviembre de 2012



Indignación popular en las calles


“Estamos en el proceso que necesita madurar el tema de las apuestas, necesidades y problemáticas comunes. Debemos superar desconfianzas y tensiones para construir un tejido de Unidad por un nuevo mundo. Las distintas agendas que existen, con sus encuentros y diferencias, entran en desafío para construir un solo propósito. Hemos avanzado en términos de discusiones y reconocimiento de otros procesos que se piensan la paz, la unidad y otros mundos.”
Rafael Coicue

Hemos Caminado la Palabra por 8 años, hemos mandatado los últimos 2; sobre lo que queremos y vamos a hacer. Los avances que hemos logrado como Movimiento Popular Colombiano han sido grandiosos, también las evaluaciones y  las reflexiones,  pues nos hemos levantado de las caídas, hemos dado grandes batallas diarias en las calles, en las veredas, los resguardos, en nuestros territorios. En los últimos años hemos estado a la defensiva…

Hoy tenemos que estar a la ofensiva. Planificando mucho más allá de lo que tenemos próximo, abriendo nuestra mente hacia el futuro. Tenemos por delante la ardua, difícil y gratificante tarea de formar y consolidar la Unidad de Acciónfrente a este modelo de muerte que se nos impone desde el Estado.
Este año buscamos, y debemos proporcionar, un  ejercicio contundente de pronunciamiento frente a la realidad del país. Por ello, la Semana Nacional de Indignación, del 6 al 12 de Octubre, convocada por la Unidad Popular debe arrojarnos una mirada de cuánto hemos avanzado en nuestra capacidad de movilización durante estos años de lucha de manera que logremos visionar la posibilidad, y necesidad al tiempo, de trascender a la Unidad Estratégica del Movimiento Popular.

Cómo jóvenes tenemos una gran labor hoy en la construcción de la historia del Poder Popular en Colombia, estamos llamados a construir un proyecto de país, la unidad de pueblos y procesos.

Seamos consecuentes con nuestra palabra, caminémosla, juntémonos porque solos no podemos. Somos ciertamente el presente, el accionar, el construir, el intercambiar, que debe acrecentarse en la Unidad de los jóvenes y estudiantes populares. Debemos hacer trabajo de hormiga ytejer e un plan seguro, una propuesta de nación y de mundo, siendo la prioridad en nuestros procesos organizativos y en las luchas conjuntas que empecemos a encaminar.

Debemos ser militantes de la vida y de un nuevo proyecto de país. Capaces de concertar la diversidad dividida, de unirnos a pesar de nuestras diferencias. Estamos decididos a construir un protagonismo de las mayorías, participativo y creciente,  con propuestas y coherencia con nuestra gente; el campesino, el afro, el indígena, la mujer, el obrero, el estudiante. Nosotros estamos convencidos de llevar nuestro compromiso adelante con la movilización, porque no queremos esperar para construir vida digna, y para ello necesitamos luchar más allá de acciones colectivas locales y particulares. ¡A LAS CALLES!

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